Súbete a un quad y sumérgete en el lado virgen de Zanzíbar en esta divertida aventura de medio día. Tanto si conduces solo como con un compañero, empezarás aprendiendo lo básico antes de partir por paisajes a los que no puedes llegar en coche: estrechos caminos de tierra, exuberantes arrozales y ondulantes plantaciones de caña de azúcar.
Por el camino, se detendrá en una aldea rural donde podrá echar un vistazo a la auténtica vida cotidiana y conocer a los amables lugareños. Es una oportunidad de conectar con la cultura de una forma que va más allá de la ruta turística habitual, todo ello con el viento en el pelo y el polvo rojo en las botas.
Su guía, un experto local de habla inglesa, le guiará y le contará anécdotas sobre las tradiciones y la historia de la isla. Tendrá muchas oportunidades de hacer fotos, charlar con los lugareños o simplemente disfrutar del paisaje. Es una forma única de explorar la Zanzíbar rural, fuera de los caminos trillados y llena de carácter.
