La aventura comienza con un paseo por la calle Yongkang, donde el tentador aroma de la comida callejera seguramente tentará incluso a los más disciplinados.
La siguiente parada de esta odisea cultural es el Chiang Kai-Shek Memorial Hall. Aquí presentará sus respetos a la historia de Taiwán mientras recorre la majestuosa pero desafiante escalinata. A continuación, encontrará la tranquilidad en el templo de Longshan, donde aprenderá a negociar con los dioses para obtener buena fortuna (les gustan especialmente los pasteles de piña).
El viaje continúa con una nostálgica visita al Bloque Histórico de Bopiliao. No pierda de vista que puede que se encuentre con un cocinero de dumplings viajero en el tiempo. El recorrido concluye en el mercado nocturno de la calle Huaxi, el patio de recreo definitivo para los entusiastas de la gastronomía. Desde bollos de cerdo gourmet dignos de estrellas Michelin hasta tofu apestoso que hará bailar sus fosas nasales, este mercado ofrece un festín para todos los sentidos.
