Su entrada preferente le permitirá acceder rápidamente al magnífico Palacio Nacional de Queluz, ejemplo destacado de la arquitectura portuguesa del siglo XVIII. Este palacio, construido a finales del siglo XVII, sirvió de refugio estival al rey Pedro IV y su familia.
Al pasear por el palacio, quedará cautivado por sus opulentas estancias, como el impresionante Salón de los Espejos, el Dormitorio del Rey y la capilla real. Los interiores están adornados con una decoración fastuosa, con intrincados techos, azulejos y tapices que enfatizan los estilos rococó y barroco.
El palacio está rodeado de jardines cuidadosamente cuidados, repletos de fuentes, esculturas y caminos sombreados. Puede pasear tranquilamente por estos jardines, empapándose de la tranquilidad y el esplendor de su entorno. Tanto el palacio como sus jardines ofrecen vistas espectaculares de la campiña cercana.

