Al cruzar Madeira, comprobará lo rápido que cambia el paisaje de una isla tan pequeña. En la costa norte, verá el pueblo pesquero volcánico de Porto Moniz, mientras que al sur, Camara de Lobos se esconde bajo el imponente acantilado de Cabo Girao, que domina el paisaje. La guía local, Mónica, afirma que "se trata de una excursión con un grupo reducido, que es la mejor forma de descubrir caminos antiguos, pueblos escondidos y miradores inexplorados de la isla".
Quizá le sorprenda saber que el clima subtropical y el suelo volcánico de Madeira la hacen ideal para el cultivo del plátano. En su primera parada en el pueblo de Ponta do Sol, visitará el museo local del plátano, probará sus delicias y aprenderá más sobre la historia del cultivo de la zona. A continuación, nos dirigiremos al norte de la isla. Prepárese para sentirse en la cima del mundo mientras recorre la mayor meseta de la isla, Paul da Serra, con una altitud media de 1.500 metros, lo que equivale a cuatro Empire State apilados uno encima de otro.
Recupérese de las vistas y diríjase aPorto Moniz, un pueblo que desciende por las verdes colinas hasta la costa. Mónica añade: "las piscinas naturales pusieron a Porto Moniz en el mapa, así que darse un chapuzón en estos icónicos lugares de baño es obligatorio". Séquese y continúe por la costa hasta Sao Vicente para almorzar, antes de terminar en lo más alto, literalmente. Cabo Girao es el acantilado marino más alto del mundo, con 580 metros, y ofrece unas vistas inmejorables del océano Atlántico Norte.
