Experimentar con la artesanía tradicional japonesa es una actividad obligada durante su visita a Japón. Una de ellas es el Kintsugi, el arte de unir metales, que puede aprender de forma privada en un espacio dedicado a ello dentro de una galería de cerámica ubicada en el distrito Minami-Aoyama de Tokio.
Esta experiencia práctica no solo le permite descubrir la rica historia de Kintsugi, sino que también le brinda la oportunidad de coordinar sus propias embarcaciones. Las piezas de Kintsugi que cree pueden llevarse a casa el mismo día y servirán como un recuerdo tangible de su viaje.
