Aventúrese hasta Amanohashidate, un banco de arena conocido como una de las tres vistas más pintorescas de Japón. Esta obra maestra de la naturaleza, que se extiende 3,6 km a lo largo del mar de Japón y la bahía de Amanohashidate, se ha formado por sedimentación costera y está adornada con unos 8.000 pinos. Observe cómo la forma se asemeja a un puente que se extiende hacia el cielo, lo que le ha dado el nombre de "Amanohashidate" o Puente del Cielo. Empápese de pura belleza natural y de las vistas de las islas desde el océano.
Si lo desea, tome un teleférico hasta el monte Monju para contemplar Amanohashidate desde una plataforma de observación (a su cargo). Desde este mirador, podrá ver Amanohashidate con forma de dragón elevándose hacia el cielo, lo que le ha valido el nombre de "Vista del Dragón Volador".
A continuación, diríjase al templo Chionji, también conocido como Bussharado, un templo para el éxito académico. La puerta del templo es la mayor de la región del Tango. Observe el singular omikuji (papel adivinatorio) en forma de abanico. Cuando se cuelga boca abajo, la anchura del abanico varía, simbolizando la mejora gradual. Cerca de allí, vea el puente giratorio que conecta Amanohashidate y Bussharado por tierra. En verano, relájese en la playa de Amanohashidate. Pasee por una arena blanca inmaculada enmarcada por frondosos pinares y disfrute de aguas cristalinas.
Por último, viaje al encantador mundo de Ine Boathouses, una de las joyas ocultas de Kioto. Maravíllese ante este pequeño pueblo pesquero famoso por su arquitectura tradicional de casas-barco. Explore Ine a pie o en bicicleta, o dé de comer a las gaviotas desde el barco, todo ello mientras aprecia el paisaje costero.
