La Galería Uffizi de Florencia es uno de esos lugares excepcionales que están a la altura de las expectativas. Y, aunque sus colas épicas desaniman a algunos visitantes, eso no será un problema para ti, ya que tendrás una entrada sin colas. Un guía experto llevará al grupo a través de la colección durante una visita privada. Valentina, historiadora de arte y guía local, afirma: «Es imposible detenerse y apreciar las 2200 piezas, pero me encanta mostrar algunas de mis favoritas, junto con otras más inusuales, como la estatua de Bandinelli, de 2000 años de antigüedad».
La Galería Uffizi alberga la mayor colección de pinturas renacentistas del mundo, pero fue encargada inicialmente como lugar de negocios, en 1560, por un miembro de la influyente dinastía Médici. Valentina añade: «Mientras recorres sus 96 opulentas salas, conocerás historias y secretos sobre la poderosa familia Médici que no encontrarás en las guías turísticas».
Es una maravilla para la vista, ya que podrás contemplar todas las obras maestras imprescindibles, desde El nacimiento de Venus de Botticelli hasta La Anunciación de Da Vinci y la sala Giotto, que expone las pinturas más antiguas de los Uffizi. Aunque las obras de Miguel Ángel, Caravaggio y Rafael repartidas por la galería lucharán por llamar tu atención, el guía mantendrá el orden y te ayudará a entender el contexto, el simbolismo y la calidad de cada pieza.
La visita termina con un merecido descanso en la cafetería de la terraza. Pero, si todavía te apetece explorar más, o simplemente quieres volver a ver tu obra favorita, podrás seguir paseando a tu aire, ya que tu entrada es válida hasta la hora de cierre.
