Respire el aroma de los enormes pinares de Mallorca mientras emprende su caminata costera desde Cala Mesquida. Durante las próximas tres horas, le guiaremos por varias playas vírgenes y pararemos en una de ellas para tomar un tentempié. Estas calas son conocidas por sus aguas cristalinas, perfectas si le apetece darse un chapuzón para refrescarse. Mientras camina entre amplias dunas de arena, no pierda de vista la fauna. La parte norte de la isla es un paraíso para los observadores de aves, con gaviotas de Audouin, cormoranes e incluso halcones peregrinos que anidan en las cercanías.
