El pozo de Al-Ghars era uno de los preferidos del Profeta (saws) por la frescura de su agua. El Profeta bebió del pozo, hizo el wudhu con su agua y pidió que le lavaran con ella tras su muerte.
A continuación visitará el pozo de Al-Faqir, conocido históricamente como el pozo de Salman Al Farsi. Este pozo está relacionado con el Profeta (SAW) y su compañero Salman Al-Farsi (RA). Originalmente, formaba parte de un huerto donde trabajaba Salman Al-Farsi. Después se trasladó al pozo de Al-Hajim y la granja de dátiles. El pozo también se ha convertido en un hito notable para los visitantes deseosos de conocer los orígenes de la historia islámica. Sin embargo, se cree que data de antes de la llegada del Islam. Se narra que el Profeta (SAW) también bebió de Al-Hajim.
Antes de regresar a su hotel, hará una parada en el mercado de telas (Souq Al Kamasha). Se trata de uno de los zocos arqueológicos antiguos e históricos más importantes, y los historiadores afirman que la historia del mercado se remonta a más de 430 años. Tras un breve paseo, regresará a su hotel.
