En las profundidades de los bastiones de Núremberg se construyeron pasillos serpenteantes ocultos para salvaguardar la ciudad. Encontrarás un laberinto de altísimas casamatas, cuyas troneras están ingeniosamente diseñadas para disparar desde cualquier ángulo imaginable a través del foso.
Estas fortificaciones permanecieron inexpugnables frente a las fuerzas enemigas, lo que le valió a Núremberg el preciado título de ser la ciudad más segura del Imperio Alemán. Un punto de especial interés es la exhibición de réplicas del armamento del siglo XVI que se utilizaba dentro de estas murallas.
