Las laberínticas calles adoquinadas y los bien conservados edificios de Pompeya te transportarán de vuelta a la antigua Roma. Desde la grandeza del foro hasta las opulentas villas embellecidas con intrincados frescos, cada esquina desvela el esplendor de una civilización perdida.
Hace dos mil años, Pompeya era una ciudad próspera y en desarrollo, preferida por la élite romana. Pero su destino se truncó trágicamente cuando el monte Vesubio desató su catastrófica furia en el 79 d. C. La erupción del volcán envolvió Pompeya bajo capas de ceniza y pumita, sepultando la ciudad hasta el siglo XVIII. Hoy en día, este tesoro arqueológico está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y permite a los visitantes echar un vistazo al pasado. Desde su primera excavación, Pompeya mantiene el título de ser el lugar que más tiempo lleva siendo excavado jamás.
Pero no hace falta ser arqueólogo o historiador para dejarte cautivar por el aura de Pompeya. Al adentrarte en esta atmósfera conmovedora podrás ver los restos petrificados de los habitantes de la ciudad, congelados para siempre en sus últimos momentos. Desvela los enigmas de la conocida Villa de los Misterios, adornada con crípticos murales que representan rituales de iniciación secretos. Y no olvides visitar el anfiteatro, donde luchaban los gladiadores para conseguir la gloria mientras el público vibraba de emoción.
Cosas que saber antes de ir
El sitio arqueológico tiene un acceso habilitado para personas con movilidad reducida.
Se pueden hacer fotos y vídeos sin flash ni trípodes.
Solo se permiten bolsos pequeños (30 x 30 x 15 cm) dentro del lugar.
En el restaurante que hay allí se pueden comprar bebidas y aperitivos.
Dentro de las zonas de excavación hay fuentes de agua potable.
Es fundamental llevar calzado cómodo, ya que las calles son polvorientas e irregulares. Tendrás que caminar sobre adoquines y subir escaleras.
En verano, puede hacer mucho calor y hay pocos sitios con sombra. Lleva una gorra, crema solar y una botella de agua.
Horarios de apertura
De abril a octubre, de 9:00 a 19:00, con último acceso a las 17:30.
De noviembre a marzo, de 9:00 a 17:00, con último acceso a las 15:30.
Cerrado el 25 de diciembre, el 1 de enero y el 1 de mayo.
Cómo llegar
Pompeya está a solo 26 km o a unos 30 minutos de Nápoles y se puede llegar en coche, en bus o en tren.
Tren:
La forma más popular de llegar a Pompeya desde Nápoles es coger la Circumvesuviana, la línea de tren de cercanías. Coge el tren de la Circumvesuviana con a Sorrento y baja en la estación de Pompei Scavi-Villa dei Misteri station. El trayecto dura unos 35 minutos.
Desde la estación Napoli Centrale, también puedes llegar a Pompeya con un tren regional de Trenitalia. Coge el tren que va hacia Salerno o Poggiomarino y baja en la estación de Pompei Scavi-Villa dei Misteri. Estos trenes suelen hacer menos paradas y ofrecen una experiencia de viaje más confortable.
El Campania Express conecta el centro de Nápoles con Pompeya. Estos trenes climatizados son más rápidos y más cómodos y ofrecen espacio para el equipaje y posibilidad de reservar previamente un asiento. El trayecto dura unos 30 minutos.
Bus:
Desde Nápoles, puedes coger un bus EAV o SITA desde la estación Piazza Garibaldi. El viaje dura unos 35 minutos.
Coche:
Hay aparcamientos privados, aparte de zonas de aparcamiento municipales en los alrededores de la zona arqueológica.
Para acceder al yacimiento arqueológico de Pompeya hay tres puertas de acceso: Porta Marina, Piazza Anfiteatro y Piazza Esedra. La puerta de Porta Marina es la más cercana a la estación de Pompei Scavi, donde te debes bajar si viajas en el tren de la Circumvesuviana train o en el bus SITA.